Ramón Aramayo, la foto

El brutal accionar policial en Liniers.

Uno de los fotógrafos de "La Revista del Ciclón" le facilitó esta imagen al sitio web "La Cuervería" y en las últimas horas fue publicada en la red. La foto ilustra cómo cuatro policías están encima de una persona, la que, según los cronistas del medio partidario de San Lorenzo y otros hinchas que fueron testigos de lo que ocurría, es la víctima Ramón Aramayo.

Desde el sitio web sanlorencista, relatan que previo a ingresar al estadio José Amalfitani para presenciar el cotejo entre Vélez y San Lorenzo por la 6ta fecha del Clausura 2011, pudieron ver como varios policías detenían de manera brusca a un hincha, acusándolo de no tener su entrada, mientras que éste sostenía que no era cierto. El hombre se resistió, cayó al piso y posteriormente fue esposado y subido a la vereda en la calle Barragán al 200, donde horas más tarde se encontró el cuerpo sin vida de Ramón Aramayo, de 36 años de edad.

Si bien desde "La Cuervería" no afirman que la persona que ellos vieron siendo maltratada por la policía sea el hincha de San Lorenzo muerto en los incidentes de hoy, tampoco certifican que no lo sea. Pero todo parece indicar que es así, ya que muchos testigos del fatídico hecho vieron la foto y aseguran en distintos foros y redes sociales que, lamentablemente, ése es Ramón Aramayo.

Tristemente, Aramayo es la víctima número 256 a causa de la violencia en el fútbol. En esta oportunidad, la responsabilidad absoluta del asesinato recae sobre el accionar de algunos agentes de la Comisaría 44, encargados del operativo de seguridad del encuentro, los cuales todavía no fueron identificados pero que se espera que en las próximas horas lo sean. Cabe recordar que dicha seccional ya tiene sobre sus espaldas el homicidio de Rubén Carballo, producto de la indiscriminada represión policial ocurrida previo al recital que brindase Viejas Locas el 14 de septiembre de 2009.

Parece mentira que esto siga ocurriendo en nuestro país cuando, precisamente, el próximo jueves se conmemorarán 35 años del último Golpe de Estado, donde el pueblo no sólo sufría el abuso diario por parte de las autoridades, impuestas, sino también de quienes tenían el deber de cuidarlo, la policía.

por Nicolás Natrone