¿Quién no dijo o pensó en sus más sinceros (o perversos) pensamientos esta frase? ¿Quién no pensó alguna vez en realizar esta acción, tanto mental como de verdad?
Bueno, ahora esta expresión se puede usar literalmente, ya que una diseñadora de modas confeccionó un vestido de novia totalmente comestible y que posee como relleno una torta.
El asombroso vestido/torta de casamiento es una excentricidad extrema, pero lo cierto es que también es sexy la idea de que los invitados puedan ir develando en forma prematura los secretos que esconde la novia para la noche de bodas.
La artista Lukka Sigurdardottir es la autora de esta osada mezcla de gastronomía y moda, y su divertida creación quedó documentada en un blog.
La creación no es para nada práctica ya que la novia debería trasladarse en un carrito o plataforma y sería perseguida constantemente por todo tipo de alimañas incluyendo niños y moscas.
Sin embargo, esta idea puede resultar muy útil si se quiere realizar un casorio de bajo presupuesto, ya que gracias a este "2 en 1", el vestido y la torta tiene el mismo valor.
(Hacé click en los enlaces para ver las fotos de la novia con la que te chuparías todos los dedos).
Boya volvisteeeeeeeeeeeeeee, por unos meses pensé que la sección había fallecido
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