Con una flojísima actuación, individual y grupal, Boca perdió anoche 1-0 contra Defensor Sporting en la Bombonera y así se quedó afuera de la Copa Libertadores de América, la última esperanza que le quedaba al equipo para salvar el semestre.
Boca en ningún pasaje del partido propuso algo ni jugó con claridad, tampoco lo salvó la mística y la garra de sus históricos, menos aún la sangre joven de los chicos. Podría decirse que esto no pasó sólo ayer sino que durante todo el semestre fue lo mismo: el equipo nunca jugó a nada.
El gol de De Souza, además de marcar un triunfo histórico para la institución charrúa, sacó a relucir los problemas futbolísticos de un equipo que si alguna vez fue candidato, lo fue sólo por el peso de sus jugadores y su camiseta.
Riquelme tuvo quizás el peor semestre de su carrera. Jugó mal estando lesionado, jugó mal sin estar lesionado, nunca fue determinante para que el equipo ganase, nunca fue el distinto, nunca justificó su millonario sueldo europeo. Palacio nunca fue él debido a una pubialgia, a Ibarra cada vez se le notan más los años, el Pato volvió de España no en mal nivel pero sí dando escasa seguridad al equipo. Sólo Palermo, Forlín y a veces Battaglia, Vargas, Cáceres y Roncaglia estuvieron a la altura de Boca, el resto dejó dudas.
Otro gran culpable es el DT, Carlos Ischia, quien nunca le encontró la vuelta al plantel, nunca supo qué hacer con Riquelme, jamás pudo suplir a Dátolo (de gran nivel en Boca, no deja de ser un jugador básico, que fue útil sólo por despliegue), el Apertura '08 era díficil de ganar sin la charla de Palermo con el plantel, cada vez que JRR no estaba el equipo jugaba mal, cada vez que el enganche estaba el equipo también jugaba mal porque él no estaba al 100%. Lo que pareció ser fácil para Ischia (una Recopa, un torneo local y semi de Libertadores mereciendo aún más durante el 08), de golpe se tornó negro y el pelado se vio claramente superado por la situación, se vio superado por el peso de sus jugadores y los desafíos de su equipo.
Esta derrota marca el fin de un ciclo, muchos de los que perdieron ayer no estarán. Muy probablemente Ibarra; muy probablemente Ischia; Morel y Vargas quizás se queden pero sólo si aceptan reducir su altísimo contrato; seguramente el Pato siga, pero teniendo en claro que les debe una a los dirigentes que lo contrataron; Palermo seguirá; Palacio y Battaglia seguirán sino aparece una buena oferta de Europa; y de los juveniles se espera que la gran mayoría siga y así, con otro año sobre el lomo, terminen de explotar y Boca vuelva a ser el Boca que desde el 98 para acá acostumbró a todos a ser campeón de todo aquello que se proponga. Con el talento de los pibes y la fuerza de Palermo y Battaglia es posible. Y ni hablar si Riquelme empieza a jugar sólo cuando esté al 100%.
por Matías Fabrizio

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