Sin el pan y sin la torta

Boca vive un presente deplorable. La eliminación de ayer en octavos de final de la Copa Libertadores en manos del humilde Defensor Sporting de Uruguay, en la Bombonera, no hizo otra cosa que agudizar la crisis futbolística que el equipo vive actualmente en el Torneo Clausura.

Carlos Ischia, por el momento director técnico de Boca, decidió poner en cancha a dos equipos distintos en el torneo local y en la copa. Eso fue decisivo para que el equipo terminara de esta manera.

Boca se ubica en la decimosexta posición en el torneo Clausura, a 12 puntos de Lanús que es el actual líder. El responsable principal de que Boca esté tan lejos de la punta es Carlos Ischia, quien puso en cancha a un equipo lleno de juveniles que recién dan sus primeros pasos en primera, con poca compañía de los jugadores referentes del plantel en terreno de juego.

Tanto el equipo que jugaba en el torneo local como el de la copa jamás demostraron ser el Boca de siempre, el que en las difíciles se come la cancha y hasta a veces apabulla a su rival.

Ahora, el equipo conducido por Ischia deberá afrontar las cinco fechas que restan del Clausura sólo para cumplir, ya que a esta altura del año, se quedó sin el pan y sin la torta.

por Nicolás Natrone