miércoles, 11 de mayo de 2011

La gran semana

A Falcioni se le vienen los días más importantes en Boca, no sólo por el cruce con River, sino también por la necesidad de confirmar o no las victorias frente a Huracán y Argentinos que trae el Xeneize, además del primer tiempo frente a Independiente.

Estos días previos al Superclásico del domingo son únicos para Julio César Falcioni, pero no únicamente por jugar contra el rival de toda la vida. El equipo viene de derrotar categóricamente al Globo y al Bicho, y de jugar un gran primer tiempo frente al Rojo, por lo cual el equipo encontró una estabilidad en su funcionamiento que será clave para terminar la levantada.

Por primera vez en el torneo, Boca conjugó solidez defensiva con efectividad arriba. De movida fue un ataque vistoso, pero recibiendo cuatro goles en cinco ataques de Godoy Cruz, luego fue victoria frente a Racing con los 11 en la mitad de cancha propia. Con el correr del torneo, con Battaglia y Riquelme lesionados, con Palermo jugando pésimo y sin encontrar el equipo, reinó la irregularidad.

El próximo domingo en la Bombonera, seguramente la historia será distinta. Por la envergadura del rival y del partido en sí, pero fundamentalmente por las características. Tras el 3-0 frente a Huracán, ingresó Riquelme para formar el histórico 4-3-1-2. Es un dato a tener en cuenta la decisión de Falcioni de jugar con un solo volante central, no sólo por sus gustos, sino por lo mal que venía jugando la defensa en los partidos anteriores.

En el último clásico, con Borghi de DT, Erik Lamela y Ariel Ortega jugaron un partido bárbaro a espaldas de Battaglia y aprovechando los espacios que generaba Mariano Pavone. En este caso, el zurdo y el Tanque son indiscutidos, y ante la mala actuación de Funes Mori, probablemente sean titulares Buonanotte o Lanzini en su lugar.

Obviamente son todas conjeturas previas, y puede pasar cualquier cosa, como en todos los partidos, sin embargo, si Somoza, Caruzzo e Insaurralde juegan en su plenitud para contener el trío atacante rival, el último mes de los goleadores de Boca, Palermo y Riquelme, más Mouche, dan tranquilidad al hincha de cara al clásico, ya que por fin hay estabilidad futbolística para trabajar y prepararse durante esta gran semana.


por Matías Fabrizio

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