Los cinco grandes del buen humor

Sin duda, este semestre quedará en el olvido para los cinco equipos de fútbol más grandes de la Argentina, puesto que en la última fecha ninguno pelea el torneo local. Cada uno por motivos diferentes pero con una realidad en común, la falta de resultados positivos.

Los dos de Avellaneda viven situaciones similares, ambos tienen el promedio como espada en sus cabezas. Entre ambos hay una gran diferencia: Independiente deberá preocuparse por el promedio durante el Apertura.
Racing no tanto, porque gracias a su técnico Ricardo Caruso Lombardi, que lo sacó de los últimos puestos, puede pensar en aspirar a algo mejor pero tampoco hay que olvidar que hasta hace muy poco la Academia peleaba por no volver a entrar en la promoción como le había sucedido en el Clausura pasado.

San Lorenzo tampoco la pasó bien este semestre, y menos el final del pasado. Desperdició la posibilidad de ser campeón del Apertura 2008, y ahora no sólo fue eliminado en la primera ronda de la Copa Libertadores sino que también dejó hace varias fechas atrás el sueño de ser campeón del torneo que tenían los hinchas cuervos. Para colmo de males, su rival directo Huracán está apunto de alcanzar el actual campeonato.

La situación de River es otra cosa, porque después de salir último el torneo anterior los hinchas millonarios no pedían demasiado de este plantel, así que esté quinto o sexto depende de lo que pase en la última fecha, mal no les sienta y quedar eliminados en primera ronda ya no es mas un golpe tan duro. Igualmente, durante toda la temporada por Núñez lo único que reinó fue una tensa calma.

Boca fue la sorpresa, eliminación temprana de la Libertadores, no pelear el torneo desde hace ya seis fechas, internas entres los jugadores, cuerpo técnico y comisión directiva, es algo a lo que el equipo Xeneize no tiene acostumbrados a sus hinchas.

Habrá que ver que pasa la próxima temporada, ya nadie ve a los grandes como los máximos protagonistas del torneo. Pero bueno, por lo menos domingo a domingo hacen reir a los contrarios y llorar a sus hinchas.

por Giselle Prado