martes, 24 de noviembre de 2009

La Perlita Deportiva


Hoy recordaremos uno de los partidos más bochornosos de la historia de nuestro fútbol argentino.

En 1963 se enfrentaron Independiente y San Lorenzo en la vieja cancha de los diablos. Los de Avellaneda llegaban a la última fecha del torneo con grandes chances de ser campeón. Lo único que necesitaban era quedarse con la victoria, porque de esta manera dejarían sin chance a River que estaba segundo a dos puntos de distancia.

El partido comenzó desfavorable para Independiente, porque el Bambino Veira puso el 1 a 0 para el ciclón. Pero el ex delantero se tuvo que retirar lesionado tras una brusca entrada del férreo defensor Rubén "Hacha Brava" Navarro. Con esta lamentable jugada, San Lorenzo se quedaba con un jugador menos, porque todavía no se habían autorizado los cambios de jugadores, salvo el del arquero.

Independiente siguió pegando y San Lorenzo jugando. El 2 a 0 pudo haber llegado, pero el árbitro Manuel Velarde no cobró un claro penal de Navarro a Victorio Casa. A partir de ese momento el murmullo por parte de la gente del ciclón fue aumentando y la especulación de que el partido estaba arreglado se hacía cada vez más grande.

El rojo en 10 minutos antes del final del primer tiempo pudo dar vuelta el partido, gracias a los dos goles del recordado delantero Raúl Savoy.

En el segundo tiempo Independiente hizo la gran diferencia, porque logró conseguir siete goles, pero éstos los obtuvo gracias a los jugadores de San Lorenzo que, cansados por las reiteradas equivocaciones del árbitro, decidieron cruzarse de brazos y observar como el tanteador aumentaba.

El moño a esta histórica goleada lo puso Oscar "Coco" Rossi, que convirtió un tremendo golazo desde 45 metros, pero en contra. Los jugadores del ciclón sacaban del medio luego del octavo gol de Independiente y el delantero de San Lorenzo se dio media vuelta y remató a su propio arco. En ese partido el arquero de los cuervos era Agustín Irusta, que no opuso ninguna resistencia ante el disparo de su compañero.

El árbitro Velarde fue suspendido por seis meses, tras la pésima actuación que tuvo esa tarde en Avellaneda. Por su parte, Independiente pudo dar la vuelta frente a su gente.

por Gastón Corti

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