Central en lo más alto

Se jugó la cuarta fecha del Apertura 09 y si uno ve en lo más alto de la tabla a Rosario Central pensará que es un chiste, pero lo canallitas, como apodaron a los pibes rosarinos, viven uno de sus momentos más hermosos de sus cortas vidas. Igual Central sabe bien lo que quiere por que el objetivo principal de ellos es el descenso, pero quien le quita la ilusión a ellos y a su hinchada que copó la tribuna en el estadio de Huracán, que viendo la tabla se les caerá una lágrima recordando los grandes equipos que se vieron en décadas pasadas. Aunque frente a Chacarita no mostraron gran volumen de juego se quedaron con tres puntos que valen seis, porque los funebreros son rivales directos en la tabla de abajo.

Los escoltas son los mejores equipos de estos últimos años, Vélez y Estudiantes, quienes siguen a paso firme para que Central se sienta incómodo en lo más alto. El fortín no jugó bien ante San Lorenzo, y el partido que prometía muchisimo al final no dejó nada, salvo una jugada de Maximiliano Moralez en el primer tiempo y una de Fabián Bordagaray para los cuervos en el segundo que tapó Germán Montoya.

Por su parte, Estudiantes jugó, durante gran parte del partido, muy bien, pero por méritos ajenos debió esperar hasta los 42 minutos del segundo tiempo para capitalizar la victoria ante Independiente, el cual volvió a mostrar esa imagen descolorida que tenía en el campeonato pasado. Los pincharratas sigue mostrando que es uno de los pocos equipos que cuando sale a la cancha sabe a lo que juega y además al tener las espaldas anchas por los resultados obtenidos, hace que jugadores como Damián Albil, que en el campeonato pasado no era titular, y Clemente Rodríguez, que volvió al país luego de su paso por Europa, se amolden a una estructura sin ningún inconveniente.

Pero Vélez y Estudiantes no son los únicos escoltas, por que Banfield es la otra sorpresa del torneo, ya que el equipo de Julio César Falcioni se quedó con el clásico del sur, gracias a la buena actuación de su delantero Santiago Silba. Pero el uruguayo no es el único punto alto que tienen los de Falcioni, por que el otro delantero Sebastián Fernández, los mediocampistas James Rodríguez y Maximiliano Bustos están teniendo un increible torneo. En contra posición estuvo Lanús, que siempre le cuesta cuando juega el clásico de local, pero no cuando lo juega de visitante. Ayer no aparecieron ni Eduardo Salvio ni Sebastián Blanco y cuando ellos no entran en juego el granate los sufre y mucho.

River y Boca siguen sin levantar cabeza. Los xeneize no mostraron nada en Tucumán, en realidad sí que el jugador más importante que tiene hoy en día Alfio Basile es Sebastián Battaglia. Cuando el 5 no está a Boca le cuesta muchisimo, por que no logra conseguir una unificación del equipo. El sábado ante Atlético el 2 a 0 fue poco, ya que si los recién ascendidos le perdían más el respeto, capaz que hoy estaríamos hablando de una goleada histórica.

Ayer River mostró algo diferente, por lo menos ahora sabe a lo que juega, meter; meter y que alguno haga una genialidad. Hoy en día los jugadores más importante en River son Mauro Díaz y Daniel Villalba, época que hace recordar cuando los Aimar, los Saviola, los D´Alessandro entraban y le daban la victoria a los millonarios, por lo cual Nestor Gorosito tendrá que pensar si Díaz y Villalba tendrían que entrar por Buonanotte y Fabbiani, el cual se retiró bajo una catarata de silbidos.

Por culpa de los malos manejos, tanto institucionales como técnicos, Racing y Gimnasia juegan el clásico por no descender. El viernes en el Cilindro, ninguno de los dos mostró nada, lo cual hace pensar que estarán muy comprometidos hasta el final de la temporada.

La cuarta fecha pasó y volvió a demostrar que el fútbol argentino sigue en una curva descendente y aunque parezca casualidad o pura coincidencia, la realidad de nuestro fútbol doméstico hace ecos en la Selección, si queremos clasificar al mundial habrá que prestarle mucha atención a equipos como Estudiantes que mantienen una base de hace varios años, en contra posición a esto están River y Boca que cambian, cambian y cambian, y no encuentran el rumbo en una noche que cada vez se oscurece más.

por Gastón Corti